PROLOGO
Reproduzco aquí, un
esclarecedor artículo periodístico, cuya
fuente enlazo al final, sobre la
endógena enfermedad belicista y prepotente
de los Estados unidos de intervenir en asuntos y países ajenos, en forma
de invasiones, golpes de estado, bien sean blandos o duros, intrigas,
terrorismos de doble bandera, "primaveras “y otras lindezas por el estilo
que con la disculpa de defender la "democracia y los derechos humanos
ajenos" se dedica exactamente a
hacer todo lo contrario.
Cosa que al Imperio no parece inmutarle en lo más
mínimo dada su prepotencia y su enorme
capacidad de manipulación mediática global que consigue engañar a legiones de
ciudadanos de la calle ,que consumen
todas las mentiras oficiales de
los aparatos mediáticos , TV prensa
cine, ,publicidad etc. que como robot engullen la imagen de unos Estados
Unidos pintado como un "Pais-idilico donde los haya" , cuyos "
misioneros-marines" van por el mundo repartiendo chicle y cariño a los
niños y justicia democracia y civilización a los adultos. No tienen reparos en
predicar que son los gendarmes del mundo, los salva patrias, una especie de mesías
que van arreglando el mundo por aquellos
países abandonados de dios donde reina
el desorden del terrorismo del comunismo y la de la ignorancia
Lo triste de
todo esto es que son legiones los que se
lo creen, sobre todo en el interior de los EEUU donde es enorme su
capacidad de engañar manipular y robotizar a una ciudadanía carcomida por el
consumismo y la estupidez individualista
del "tú puedes ser un triunfador", hace estragos. E incluso en aquellos países, de
Occidente en la Unión Europea sobre todo, donde la influencia hegemónica de su ideología
consumista ha dominado a grandes masas de ciudadanos.
Sería de gran ayuda para aquellos escépticos
que siguen pensando aquello de que "nadie escarmienta en cabeza
ajena" conocer quién es el verdadero enemigo de la humanidad, es decir de uno mismo, y no tengan que
esperar para convencerse de esta realidad
a que en un, mañana no muy lejano, los drones imperiales le vuele su casa con toda su
familia dentro, eso si la media dirá que las víctimas eran
"terroristas" y bala bla bla.
+La finalidad de estas páginas es alertar y
clarificar la cruda realidad, del peligroso Imperialismo vestido de cordero, un
segundo nazismo nos acecha. También es el lucro y la avaricia por el poder y la
ganancia desenfrenada lo que les motiva. Aquí pretendo colaborar con mi humilde
aportación en la Batalla de Ideas que desde las trincheras de los pueblos
humildes y hambrientos de justicia y libertad, armados con las ideas de la razón
y la coherencia de la verdad combatimos a las mentiras disfrazadas
de sublimes propósitos humanitarios.
Y lo hago porque infelizmente esta práctica
del Imperialismo está de nuevo de
rabiosa actualidad, en los casos de Ucrania y Venezuela, aunque en este último país,
y de momento, está en fase de amenaza creíble.
¿QUÉ LES HA PASADO A LOS PAÍSES QUE SON UNA
"AMENAZA" PARA EEUU?
La máquina de la política exterior
norteamericana ha sido lubricada por la necesidad de servir a los siguientes
imperativos:
Construir "un mundo seguro" para las
corporaciones norteamericanas;
Promover recursos financieros para los
contratistas domésticos de la defensa que han colaborado generosamente con los
miembros del Congreso;
Prevenir la emergencia de cualquier sociedad
susceptible de representar un ejemplo exitoso de modelo alternativo al
capitalista;
Extender la hegemonía política y económica
sobre el área más amplia que sea posible.
Todo esto en nombre de una supuesta cruzada
moral contra una conspiración internacional comunista de la que estaban
convencidos los sustentadores de la guerra fría y de la que convencieron a la
población estadounidense, y que en realidad, diabólica o no, nunca existió.
Estados Unidos efectuó intervenciones
realmente graves en más de 70 países en este periodo, destacando entre ellas
las siguientes:
China, 1945-49: Se intervino en la guerra
civil al lado de Chiang Kai-shek en contra de los comunistas, aun cuando habían
sido aliados cercanos de Estados Unidos durante la guerra mundial. Estados
Unidos utilizó a los soldados japoneses derrotados para pelear de su lado pero
los comunistas obligaron a Chiang a refugiarse en Taiwán en 1949.
Italia, 1947-48: Estados Unidos interfiere en
las elecciones para evitar que el Partido Comunista llegue al poder legalmente
con el fin declarado de “salvar la democracia” en Italia. Los comunistas
pierden. En las siguientes décadas, la Agencia Central de Inteligencia (CIA),
junto con las corporaciones norteamericanas, continúa interviniendo en las
elecciones italianas inyectándoles cientos de millones de dólares y utilizando
mecanismos de guerra sicológica para bloquear al fantasma que recorría Europa.
Grecia, 1947-49: Se interviene en la guerra
civil tomando el lado de los neofascistas en contra de la izquierda griega que
había combatido a los nazis valientemente. Los neofascistas ganan e instauran
un régimen sumamente brutal, para el cual la CIA crea una nueva agencia de
seguridad interna (KYA). Por mucho tiempo, la KYA se ocupó de poner en práctica
todas las acciones propias de las policías secretas de todo el mundo,
incluyendo la tortura sistemática.
Filipinas, 1945-53: Las fuerzas militares
estadounidenses pelean contra las fuerzas de izquierda, Huks, mientras éstas
todavía enfrentaban a los invasores japoneses. Después de la guerra Estados
Unidos continúa peleando en contra de los Huks, los derrota e instala una serie
de gobernantes leales en la presidencia, culminando con el dictador Ferdinand
Marcos.
Corea del Sur, 1945-53: Después de la segunda
guerra mundial, Estados Unidos reprime a las fuerzas populares progresistas
favoreciendo a las conservadoras que habían colaborado con los japoneses. Esto
da lugar a una larga era de corrupción y gobiernos brutales.
Albania, 1949-53: Estados Unidos e Inglaterra
intentan infructuosamente derrocar al gobierno comunista e instalar uno nuevo
pro-occidental conformado por los monarquistas y los colaboradores de los nazis
y de los fascistas italianos.
Alemania, 1950s: La CIA emprende una amplia
campaña en contra de Alemania del Este. Éste fue uno de los factores que
influyeron en la construcción del Muro de Berlín en 1961.
Irán, 1953: El Primer ministro Mossadegh es
derrotado en una operación conjunta entre Estados Unidos e Inglaterra.
Mossadegh había sido electo por una amplia mayoría en el Parlamento pero
cometió el gravísimo error de encabezar un movimiento para nacionalizar una
compañía petrolera británica, la única compañía petrolera que operaba en Irán.
El golpe restaura al Sha, con poderes absolutos, dando inicio a un periodo de
represión y tortura que dura 25 años en los que se restaura la propiedad
extranjera de la industria petrolera, concediéndose a los británicos y los
estadounidenses el 40 % respectivamente y a otras naciones el 20 % restante.
Guatemala, 1953-1990s: Un golpe de estado
organizado por la CIA derroca al gobierno democrático y progresista de Jacobo
Arbenz dando paso a 40 años de escuadrones de la muerte, torturas, desapariciones,
ejecuciones masivas y una crueldad inimaginable con un saldo de más de cien mil
víctimas. Arbenz nacionalizó la United Fruit Company que tenía vínculos muy
estrechos con la élite del poder estadounidense. Como justificación del golpe
Washington declaró que Guatemala se encontraba al borde de caer bajo el dominio
de los soviéticos cuando en realidad los rusos tenían tan poco interés en el
país que ni siquiera mantenían relaciones diplomáticas con él. El problema real
desde la perspectiva de Washington, además de lo ocurrido con la United Fruit,
era el peligro de una extensión de la democracia social guatemalteca hacia
otros países de la región.
Medio Oriente, 1956-58: Estados Unidos intentó
dos veces derrocar al gobierno sirio, realizó demostraciones de fuerza en el
Mediterráneo para intimidar a los movimientos opositores a los gobiernos que
mantenía en Líbano y Jordania, instalando 14 mil efectivos militares en Líbano,
y conspiró para derrocar o asesinar a Nasser en Egipto por su inquietante nacionalismo
Indonesia, 1957-58: Sukarno, como Nasser, era
la clase de líder tercermundista con el que Estados Unidos no podía entenderse.
Se tomó en serio la neutralidad con respecto a la guerra fría, viajando a la
Unión Soviética y China (aunque también a la Casa Blanca). Nacionalizó muchos holdings privados de
Holanda, antiguo poder colonial, y se rehusó a tratar duramente al Partido
Comunista Indonesio que transitaba hacia una vía legal y pacífica y registraba
impresionantes progresos electorales. Así fue que la CIA comenzó a unir fuerzas
con oficiales militares disidentes emprendiendo una guerra integral contra el
gobierno.
Guayana Británica/Guyana, 1953-64: Cheddi
Jagan fue otro líder tercermundista que intentó permanecer neutral e
independiente. Fue electo tres veces e impulsó la construcción de una sociedad
que podría servir como alternativa al modelo capitalista. Usando las tácticas
más variadas –desde huelgas generales y desinformación hasta terrorismo-,
Estados Unidos e Inglaterra expulsaron a Jagan en 1964. John F. Kennedy dio
directamente la orden de su expulsión.
Viet Nam, 1950-73: El declive resbaladizo empezó al unirse a los
franceses, anteriores colonizadores y colaboracionistas de los japoneses, en
contra de Ho Chi Minh y sus seguidores, que participaron muy de cerca con los
aliados y que admiraban todo lo que era americano. Hoy Chi Minh era, a fin de
cuentas, un comunista y aunque había escrito numerosas cartas al presidente
Truman y al Departamento de Estado reclamando la ayuda americana para lograr
independizar a Viet Nam de los franceses y encontrar una solución de paz, todo
esto fue ignorado porque era comunista. Ho Chi Minh diseñó la nueva declaración
de independencia vietnamita a partir de la americana, empezando con “Todos los
hombres fueron creados iguales. Fueron dotados por el Creador de...” Pero esto
no hizo mella en Washington porque Ho Chi Minh era comunista.
Después de veintitrés años y más de un millón
de muertos Estados Unidos retiró sus fuerzas militares de Viet Nam. La mayoría
de la gente opina que Estados Unidos perdió la guerra, pero, destruyendo el
corazón de Viet Nam y envenenando la tierra y los acervos genéticos por
generaciones, Washington de hecho consiguió su principal objetivo, previniendo
lo que hubiera podido ser una buena opción de desarrollo para Asia. Ho Chi Minh
era, después de todo, un comunista.
Camboya, 1955-73: El príncipe Sihanouk fue
otro de los líderes que no se complacían con ser feligreses de los americanos.
Después de muchos años de hostilidad hacia su régimen, que incluyeron
conspiraciones de asesinato y las infames “cartas bomba” secretas de
Nixon/Kissinger en 1969-70, Washington finalmente derrocó a Sihanouk con un
golpe de estado en 1970. Esto era justo lo que hacía falta para lanzar al Pol
Pot y sus fuerzas del Khmer Rouge a apoderarse de la escena. Cinco años más
tarde tomaron el poder. Pero cinco años de bombardeos estadounidenses
desaparecieron la economía tradicional de Camboya. La vieja Camboya quedó
destruida para siempre.
De manera increíble el Khmer Rouge provocó una
miseria aún mayor en este infeliz territorio. Y para aumentar la ironía,
Estados Unidos sostuvo al Pol Pot militar y diplomáticamente frente a sus
subsecuentes derrotas con Viet Nam.
Congo/Zaire, 1960-65: En junio de 1960, con la
independencia de Bélgica, Patricio Lumumba asumió como Primer ministro del
Congo. Sin embargo como Bélgica mantuvo su enorme explotación mineral en la
provincia de Katanga, y prominentes funcionarios del gobierno de Eisenhower
tenían vínculos financieros con este negocio, el día de la celebración de la
independencia Lumumba, frente a los dignatarios extranjeros que le acompañaban,
hizo un llamado por la liberación económica y política de la nación e hizo un
recuento de las injusticias cometidas por los propietarios blancos del país
contra la población nativa. Este pobre hombre era obviamente un “comunista”. Y
obviamente este pobre hombre fue condenado.
Once días más tarde la provincia de Katanga se
secesionó; en septiembre Lumumba fue removido por el Presidente instigado por
Estados Unidos y en enero de 1961 fue asesinado por una petición expresa de
Dwight Eisenhower. Siguieron varios años de conflictos civiles y caos y la
ascensión al poder de Mobutu Sese Seko, hombre que no era desconocido por la
CIA. Mobutu ha gobernado al país por más de treinta años, con niveles de
corrupción y crueldad que chocan hasta a sus mismos asesores de la CIA. La
población de Zaire ha vivido en la más abyecta miseria a pesar de las inmensas
riquezas naturales mientras que Mobutu se hacía multimillonario.
Brasil, 1961-64: El presidente Joao Goulart
era culpable de los crímenes habituales: adoptó una posición independiente en
política externa estableciendo relaciones con los países socialistas y
oponiéndose a las sanciones contra Cuba, su administración aprobó una ley que
limitaba el monto de ganancias repatriadas por las empresas multinacionales;
nacionalizó una subsidiaria de la ITT; promovió reformas económicas y sociales.
Y el procurador Robert Kennedy estaba inconforme con Goulart por permitir que
“comunistas” ocuparan puestos en agencias gubernamentales. El hombre no era
realmente radical; se trataba de un terrateniente millonario y católico que
traía colgada en el cuello una medalla de la Virgen. Eso, sin embargo, no era
suficiente para salvarlo. En 1964 fue derrocado por un golpe militar en el que
Estados Unidos tuvo una cobertura e involucramiento profundos. La línea oficial
de Washington era: ...sí, es desafortunado que la democracia haya sido
derribada en Brasil....pero, por lo menos, el país fue rescatado del comunismo.
Durante los siguientes 15 años todas las
características de las dictaduras militares que América Latina conoció se
institucionalizaron: el Congreso fue disuelto, la oposición política se redujo
hasta su virtual extinción, se suspendió el habeas corpus para los “crímenes
políticos”, se prohibieron legalmente las críticas al Presidente, los
sindicatos fueron intervenidos por el gobierno, las crecientes protestas fueron
sometidas por la policía y las fuerzas militares disparando a las multitudes,
las viviendas de campesinos fueron incendiadas, se brutalizó a
sacerdotes...desapariciones, escuadrones de la muerte, un impresionante grado
de depravación en las prácticas de tortura.....El gobierno tiene un nombre para
este programa: la “rehabilitación moral” de Brasil.
Washington estaba muy complacido. Brasil
rompió relaciones con Cuba y se convirtió en uno de los mejores aliados de
Estados Unidos en América Latina.
República Dominicana, 1963-66: En febrero de
1963 Juan Bosch se convierte en el primer Presidente electo democráticamente en
República Dominicana desde 1924. Aquí por fin estaba el anticomunismo liberal
de John F. Kennedy para contradecir el señalamiento de que Estados Unidos
apoyaba sólo dictaduras militares. El gobierno de Bosch era la largamente
requerida “demostración de democracia” que dejaba como mentiroso a Fidel Castro
y se le concedió trato especial en Washington desde un poco antes de tomar posesión.
Bosch era consecuente con sus convicciones.
Propuso la reforma agraria, viviendas de alquiler bajo, una modesta
nacionalización de los negocios y que la inversión extranjera no explotara
demasiado al país; y otras políticas que integraban un programa de cambio
social como el de cualquier líder liberal serio del Tercer Mundo. Igual de
serio era con respecto a las llamadas libertades civiles: los comunistas, o los
etiquetados como tales, no serían perseguidos al menos que realmente violaran
la ley.
Cantidad de congresistas y funcionarios
norteamericanos expresaron su inconformidad con los planes de Bosch, así como
con su posición de independencia con respecto a Estados Unidos. La reforma
agraria y las nacionalizaciones eran asuntos de mucha sensibilidad en
Washington: la materia prima que da sustancia al “socialismo reptante”. Para
varios periódicos de Estados Unidos
Bosch era un señuelo rojo.
En septiembre las botas militares marchan y
Bosch es expulsado. Estados Unidos que hubiera podido disuadir el golpe militar
sólo frunciendo el ceño no hizo nada.
Diecinueve meses más tarde un levantamiento
intentó restablecer a Bosch en el poder trayendolo del exilio. Estados Unidos
envió 23 mil efectivos militares para sofocarlo.
Cuba, 1959 a la fecha: Fidel Castro asciende
al poder a inicios de 1959. Una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de
Estados Unidos el 10 de marzo de 1959 incluyó en su agenda la posibilidad de
poner “otro gobierno en el poder en Cuba”. Siguieron 40 años de ataques
terroristas, bombas, invasiones militares abiertas, sanciones, embargos,
aislamiento, asesinatos......Cuba ha sido culpable de la Revolución
Imperdonable y de la seria amenaza de dar un “buen ejemplo” al resto de América
Latina.
La parte más triste de esta historia es que el
mundo nunca supo qué clase de sociedad hubiera podido generar Cuba de no haber
estado permanentemente bajo la mira de las armas y bajo amenaza de invasión; si
le hubiera sido permitido relajar su control interno. El idealismo, la visión,
el talento, el internacionalismo, estaban todos presentes. Pero nunca lo
podremos saber y esa, por supuesto, era la intención.
Indonesia, 1965: Una compleja serie de
eventos, incluyendo un supuesto intento de golpe de estado, un contragolpe, y
tal vez un contra contragolpe, con la mano norteamericana impresa en diversos
puntos, dio como resultado la salida del poder de Sukarno y su reemplazo por
una junta militar encabezada por el general Suharto. La masacre que inició
inmediatamente –de comunistas, simpatizantes de los comunistas, sospechosos de
ser comunistas, sospechosos de ser simpatizantes y de ninguno de los
anteriores- fue calificada por el New York Times como “una de las más salvajes
matanzas masivas de la historia política moderna”. El número estimado de
muertos durante unos pocos años iba de medio millón hasta más de un millón.
Se supo después que la Embajada estadounidense
había elaborado listas de “agentes comunistas”, desde la más alta escala hasta
los operadores de barrio, alcanzando los cinco mil nombres, y se las había
entregado al ejército que se dedicó a cazarlos y asesinarlos. En seguida los
norteamericanos cotejaban los nombres de los muertos con los de sus listas.
“Realmente fue una gran ayuda para el ejército. Ellos probablemente mataron
muchísima gente y yo probablemente tengo mucha sangre en las manos” decía un
diplomático estadounidense. “Pero esto no es tan malo. Hay momentos decisivos
en que es necesario golpear fuerte”.
Chile, 1964-73: Salvador Allende era el peor
escenario posible para el imperialismo de Washington. La única cosa peor que un
marxista en el poder era un marxista en el poder electo democráticamente, que
honraba la Constitución y se volvía crecientemente popular. Esto golpeaba los
más sólidos pilares sobre los que se había construido el anticomunismo: la
doctrina, concienzudamente cultivada por décadas, de que los “comunistas” sólo
podían tomar el poder mediante la fuerza y la decepción, y sólo podían
mantenerlo aterrorizando a la población y lavándole el cerebro.
Después de sabotear el esfuerzo electoral de
Allende en 1964, y de fracasar en el mismo intento en 1970 a pesar de sus
mejores empeños, la CIA y el resto de la maquinaria norteamericana de política
exterior no dejó piedra sin remover en su afán de desestabilizar el gobierno de
Allende en los siguientes tres años, poniendo particular énfasis en fomentar la
hostilidad militar. En septiembre 1973 finalmente los militares derrocan al
gobierno asesinando a Allende en el proceso.
Cerraron el país frente al exterior durante
una semana en que los tanques rodaban por las calles y los soldados derribaban
las puertas; los estadios repicaban con los sonidos de las ejecuciones y los
cuerpos se apilaban a lo largo de las calles y flotaban en el río; los centros
de tortura estaban en auge; los libros subversivos ardían en las hogueras; los
soldados rasgaban los pantalones de las mujeres al grito de “¡en Chile las
mujeres usan vestidos!”; los pobres regresaban a su estado natural; y los
hombres de mundo en Washington y en los vestíbulos de los centros financieros
internacionales abrían sus chequeras. Al final, más de tres mil personas fueron
ejecutadas, miles más torturadas y desaparecidas.
Grecia, 1964-74: El golpe militar se efectuó en abril de 1967,
justo dos días antes de empezada la campaña por las elecciones nacionales ya
que parecía evidente que llevarían a George Papandreou nuevamente al puesto de
Primer ministro. Papandreou fue electo en febrero de 1964 por la única mayoría
total de la historia electoral moderna en Grecia. Las exitosas maquinaciones
para echarlo abajo iniciaron inmediatamente mediante un esfuerzo conjunto de la
Corte Real, los militares griegos, y los militares norteamericanos y efectivos
de la CIA estacionados en Grecia. El golpe de 1967 fue seguido inmediatamente
de la tradicional ley marcial, censura, arrestos, golpes, tortura y asesinatos,
con un total de ocho mil víctimas en el primer mes. Todo esto acompañado por la
también tradicional declaración de que todo se hacía para salvar a la nación
del “peligro comunista”. Las influencias subversivas y corruptas debían ser
erradicadas de Grecia y, entre ellas, las minifaldas, el pelo largo y los
periódicos extranjeros. La atención religiosa hacia los jóvenes debía ser
obligatoria.
Fue sin duda la tortura la que marcó
indeleblemente los siete años de pesadilla en Grecia. James Becket, un abogado
norteamericano enviado a Grecia por Amnistía Internacional, escribía en
diciembre de 1969 que “un cálculo conservador estimaría en no menos de dos mil”
el número de personas torturadas, habitualmente de las maneras más
horripilantes y con frecuencia usando equipo proporcionado por Estados Unidos.
Becket reportó lo siguiente:
Cientos de prisioneros escucharon el pequeño
mensaje del inspector Basil Lambrou sentado tras su escritorio desplegando el
símbolo rojo, blanco y azul de las manos cruzadas de la ayuda americana. Trató
de mostrar a los prisioneros la absoluta inutilidad de la resistencia: “Sólo se
ponen en ridículo pensando que pueden hacer algo. El mundo está dividido en
dos. De aquel lado están los comunistas y de este el mundo libre. Los rusos y
los americanos, nadie más. ¿Qué somos nosotros? Americanos. Detrás de mí está
el gobierno; detrás del gobierno la OTAN; detrás de la OTAN está Estados
Unidos. Ustedes no pueden luchar contra nosotros, somos americanos”.
George Papandreou no era de ninguna manera
radical. Era un liberal anticomunista. Pero su hijo Andreas, su supuesto
heredero, a pesar de que era solamente un poquito más a la izquierda que su
padre deseaba sacar a Grecia de la guerra fría y había cuestionado la
permanencia de Grecia en la OTAN o al menos su posición de satélite de Estados
Unidos.
Timor del Este, 1975 al presente: En diciembre
de 1975 Indonesia invade Timor del Este, que se ubica en el extremo este del
archipiélago, y cuya independencia de Portugal lo sacó de su control. La
invasión se efectuó un día después de que el presidente Gerald Ford y el
secretario de estado Henry Kissinger salieran de Indonesia, no sin conceder
permiso a Suharto para usar el armamento norteamericano que, de acuerdo con la
legislación de Estados Unidos, no puede ser usado para agresión. Indonesia era
la herramienta de mayor valor para Estados Unidos en el Sureste asiático.
Amnistía Internacional estimó que en 1989, con
el propósito de anexarse por la fuerza a Timor del Este, las tropas indonesias
mataron a 200 mil personas de una población de entre 600 y 700 mil. Estados Unidos apoyó decididamente los
reclamos de Indonesia a Timor del Este (contrariamente a las Naciones Unidas y
la Unión Europea), minimizando una carnicería de dimensiones escandalosas y
proveyendo al mismo tiempo a Indonesia de todo el equipo y entrenamiento que
requería para realizar la operación.
Nicaragua, 1978-79: Cuando los sandinistas
derrocaron la dictadura de Somoza en 1978, estaba claro para Washington que
representaban una nueva bestia indeseable: “otra Cuba”. Bajo la presidencia de
Carter, los intentos de sabotaje adoptaron formas diplomáticas y económicas.
Bajo la de Reagan, la violencia fue el método escogido. Durante ocho terribles
años la gente de Nicaragua estuvo bajo el ataque de los Contras, grupo armado
cercano a Washington, formado a partir de la viciosa Guardia Nacional de Somoza
y algunos otros de sus apoyadores. Era una guerra total que se proponía destruir
progresivamente todos los programas económicos y sociales del gobierno quemando
escuelas y hospitales, secuestrando, torturando, colocando minas y bombardeando
violentamente. Estos eran los “luchadores de la libertad” de Ronald Reagan. No
habría revolución en Nicaragua.
Granada, 1979-84: ¿Qué haría a la más poderosa
nación del mundo invadir un país de 110 mil habitantes? Maurice Bishop y sus
seguidores habían tomado el poder en el golpe de 1979, y aunque sus políticas
no eran tan revolucionarias como las de Castro, Washington mantenía su miedo a
“otra Cuba”, particularmente cuando las apariciones públicas de los líderes
granadinos eran recibidas con gran entusiasmo en otros países de la región.
Las tácticas desestabilizadoras de Estados
Unidos contra el gobierno de Bishop empezaron luego después del golpe y
continuaron hasta 1983, con cantidad de acciones de desinformación y juegos
sucios. La invasión americana en octubre de 1983 encontró una resistencia
mínima aunque Estados Unidos sufrió 135 bajas entre muertos y heridos. Hubo
también 400 granadinos victimados y 84 cubanos, principalmente trabajadores de
la construcción. Por qué propósito humanamente concebible habrá muerto esta
gente no ha sido revelado.
A finales de 1984, en una elección muy
cuestionable resultó vencedor un hombre apoyado por la administración Reagan.
Un año después, la organización de derechos humanos Consejo de Asuntos
Hemisféricos reportó que la nueva fuerza policíaca entrenada por Estados Unidos
y las fuerzas de contrainsurgencia de Granada se habían destacado por su
brutalidad, arrestos arbitrarios y abuso de autoridad y la erosión de los
derechos civiles.
En abril de 1989, el gobierno publicó una
lista de más de 80 libros de los que prohibía la importación. Cuatro meses más
tarde, el Primer ministro disolvió el Parlamento para evitar que emitiera su
voto de no confianza contra él, como parte de lo que sus críticos llaman “un
estilo crecientemente autoritario”.
Libia, 1981-89: Libia rehusó ser un estado
aliado de Washington en el Medio Oriente. Su líder, Muammar el-Qaddafi, era
arrogante y debía ser castigado. Los aviones estadounidenses derribaron dos
aviones libios dentro de lo que Libia consideraba como su espacio aéreo.
También bombardearon el país matando por lo menos 40 personas entre las que se
encontraba la hija de Qaddafi. Hubo varios intentos de asesinato contra él,
operaciones para derribarlo, una enorme campaña de desinformación, sanciones
económicas y la culpabilización de Libia, sin ninguna evidencia clara, por la
bomba puesta en el avión Pan Am 103.
Panamá, 1989: Los bombarderos de Washington
atacan de nuevo. En diciembre de 1989 un gran barrio residencial en la ciudad
de Panamá fue destruido y 15 mil personas quedaron sin hogar. Después de varios
días de enfrentamiento directo con las fuerzas panameñas el saldo oficial fue
de alrededor de 500 muertos, admitido por Estados Unidos y por el nuevo
gobierno panameño instalado por Estados Unidos. Otras fuentes, con no menos
evidencias, insistían en que habían muerto miles y que había alrededor de tres
mil heridos. Veintitrés americanos muertos, 324 heridos.
Pregunta del reportero: ¿Era realmente
importante mandar a la gente a morir por esto? ¿Por pescar a Noriega?
George Bush: Cualquier vida humana es preciosa
pero aun así tengo que responder que sí, que era importante.
Manuel Noriega fue un aliado e informante
americano durante años mientras resultó útil. Pero prenderlo no era el único
motivo del ataque. Bush quería mandar un claro mensaje a los nicaragüenses, que
tenían programadas sus elecciones dos meses más tarde, de que sería su ruina si
reelegían a los sandinistas. Bush quería también doblar algún músculo militar
para ilustrar al Congreso sobre la necesidad de tener lista una fuerza de gran
combate (para guerras de amplio escenario), aun después de la disolución muy
reciente de la “amenaza soviética”. La explicación oficial del despojo
perpetrado por los americanos fue que Noriega era narcotraficante, lo que
Washington sabía desde hacía años y nunca le incomodó.
Irak, 1990s: Implacables bombardeos por más de
40 días y noches a una de las más avanzadas naciones del Medio Oriente,
devastando su antigua y moderna ciudad capital; 177 millones de libras de
bombas cayendo sobre la gente de Irak, la más concentrada arremetida aérea en la
historia del mundo; armas que vertían uranio incinerando a la gente, causando
cáncer; explosión de los almacenes de armas químico biológicas y de los campos
petroleros; envenenamiento de la atmósfera a un grado quizás nunca alcanzado en
ninguna otra parte; enterrando soldados vivos deliberadamente; la
infraestructura destruida, con repercusiones terribles en la salud; sanciones
permanentes hasta el día de hoy multiplicando los problemas de salud; alrededor
de un millón de niños y muchos más adultos muertos hasta hoy por estas causas.
Irak era la más fuerte potencia militar en el
mundo árabe. Este debe haber sido su crimen. Noam Chomsky escribió: La línea
dominante en la doctrina de política exterior de Estados Unidos desde los años
40 era que los vastos e inigualables recursos energéticos de la región del
Golfo fueran efectivamente dominados por Estados Unidos y sus aliados y,
fundamentalmente, que ninguna fuerza autóctona independiente pudiera tener una
influencia sustancial en la administración de la producción y el precio del
petróleo.
Afganistán, 1979-92: Todo mundo sabe acerca de
la increíble represión hacia las mujeres en Afganistán, realizada por los
fundamentalistas islámicos aún antes del Taliban. ¿Pero cuántos saben que
durante los setenta y la mayor parte de los ochenta Afganistán tuvo un gobierno
encargado de colocar a esta nación increíblemente atrasada en el siglo XX,
incluyendo el establecimiento de la igualdad de derechos para las mujeres? Lo
que pasó, no obstante, es que Estados Unidos inyectó miles de millones de dólares
en una terrible guerra en contra de este gobierno, simplemente porque había
apoyado a la Unión Soviética. Antes de esto, las operaciones de la CIA
deliberadamente estimularon la probabilidad de una intervención soviética, que
fue lo que ocurrió. Al final Estados Unidos ganó y las mujeres, y el resto de
la gente de Afganistán, perdieron. Más de un millón de muertos, tres millones
de incapacitados, cinco millones de refugiados, en total, alrededor de la mitad
de la población.
El Salvador, 1980-92: Los disidentes de El
Salvador trataron de trabajar dentro del sistema pero, con el apoyo de Estados
Unidos, el gobierno lo hizo imposible, reiterando los fraudes electorales y
asesinando cientos de opositores y manifestantes. En 1980 los opositores
tomaron las armas y se inició la guerra civil.
Oficialmente, la presencia de las fuerzas
militares de Estados Unidos se limitaba a actividades de capacitación, pero en
realidad los militares y el personal de la CIA jugaron un papel mucho más
importante. Alrededor de 20 americanos murieron o fueron heridos en accidentes
de avión o helicóptero mientras sobrevolaban las áreas de combate en misiones
de reconocimiento y hay muchas otras evidencias sobre la intervención de las
fuerzas americanas directamente en el campo de batalla. La guerra terminó
oficialmente en 1992: 75 mil civiles muertos y el tesoro americano vaciado en
seis mil millones de dólares. Cambios sociales significativos fueron
ampliamente frustrados. Un puñado de ricos seguían poseyendo el país, los
pobres siguieron como siempre y los disidentes tuvieron que seguir acosados por
los escuadrones de la muerte de la ultraderecha.
Haití, 1987-94: Estados Unidos sostuvo la
dictadura de la familia Duvalier durante 30 años, cuando le opuso al cura
reformista Jean-Bertrand Aristide. Mientras tanto, la CIA trabajó muy de cerca
con los escuadrones de la muerte, los torturadores y los traficantes de drogas.
Con estos antecedentes, la administración de Clinton se encontró en la
embarazosa posición de tener que pretender –por su retórica “democrática”-
apoyar el regreso de Aristide al poder en Haití después del golpe militar de
1991. Habiendo retrasado su regreso por más de dos años, Washington finalmente
hizo a sus militares restaurar a Aristide en su puesto, pero sólo después de
obligar al sacerdote a garantizar que no
favorecería a los pobres a expensas de los ricos y que no se opondría a la
economía de libre mercado. Esto significó que Haití continuaría siendo planta
ensambladora para el hemisferio occidental y sus trabajadores seguirían
recibiendo salarios literalmente de hambre.
Estas intervenciones son solo algunas amigos
del blog que ha hecho Estados Unidos en el mundo, sin contar la invasión a
Afganistán en 2001 para derrocar un régimen que ellos mismo habian montado, o la
salvaje invasión a Irak del 2003, diciendo la gran mentira que Saddam Husein
tenia un "arma de destrucción masiva, la mas peligrosa de la
humanidad" (palabras de G. Bush en su discurso donde inicia el ataque a
Irak), o como invadieron Libia recientemente montando una mentira que decía que
el gobierno masacraba a civiles en una manifestación, o la posterior agresión a
Siria que comenzó en el 2010 y sólo se salvó porque la Rusia de Putin se paró
firme y no permitió tal agresión, o la desestabilización de Ucrania y Venezuela
para generar una sangrienta guerra civil.... Amigos del Blog, ahí esta la
historia y juzguen por ustedes mismos...
FUENTE. http://bibliofiliaycolecciones.blogspot.com.br/2015/03/que-le-ha-pasado-los-paises-que-son-una.html