martes, 30 de mayo de 2017

NO HAY JUECES PARA TANTO CHORIZO



   Por Beniezu      


        He seleccionado algunas párrafos significativos y esclarecedores sobre la lacra de la corrupción, sacados de un interesante artículo del escritor Raúl Solís, cuyo enlace incluyo al final, como una oportunidad de resaltar el tema la corrupción que como podemos ver por  estas tierras no deja de ser la seña de identidad de determinaos políticos. 
        
       La corrupción en la política española desde hace casi ochenta años viene apoyándose y articulándose sobre esquemas  de poder y control, primero franquistas y posteriormente neo franquistas, en sus estructuras políticas y empresariales. La corrupción  no deja de ser una endógena enfermedad de este régimen  herencia de Franco.  Una enfermedad que ha campeado a sus anchas  primero en la dictadura y posteriormente en el neo franquismo y en todo el territorio del Estado español, y  que su final es bien complejo pues incluiría el desmantelamiento del propio Régimen, contradiciendo a muchos políticos oportunistas, que afirman que la corrupción podrá ser atajada aplicando exclusivamente el tradicional  peso de la ley a los políticos corruptos de forma individual. 

          Es el propio Estado heredado del Franquismo el origen, la  causa y el fin de la lacra de la corrupción. Pensar en clave democrática, aquello  de la división de poderes, la “justicia es ciega” etc. es mera ilusión por estas tierras, El poder siempre tiene argucias para salir impune, lleva ochenta años haciéndolo.

      Quien tiene el poder tiene la ley, Franco lo tenía, y esta llamada Transición solo fue un trasvase de franquismo al neo franquismo, incluidos todos sus poderes en todos los estamentos políticos, pues todos ellos arrastran matrices de corrupción desde el franquismo, y nunca se procuro corregirlos sino más bien extenderlos... El propio autor mencionado aquí nos dice “es inútil querer luchar contra la corrupción manteniendo las estructuras que parasitan el Estado”.  La clave está en las estructuras del Poder .Remito al lector al  enlace (1)



Fragmentos de La jugada magistral de Unidos Podem .de Raul Solos

“Así es como se resumen la infinidad de casos de corrupción en España que han tenido lugar en los últimos años y que ha llevado a que los españoles digan que una de sus primeras preocupaciones es el saqueo al que está siendo sometido este país.

 Según datos del Consejo General del Poder Judicial, la corrupción cuesta a los españoles 90.000 millones de euros cada año. Casualmente, a ningún partido político del status quo se le ha ocurrido impedirle a empresas condenadas por corrupción seguir accediendo a los contratos públicos.

     Un informe del Consejo General del Poder Judicial, publicado en diciembre del 2016, señala que desde que se restauro la democracia en España, más de 175 tramas ,126 0riginadas por PP y PSOE, y más de 1700 causas se han abierto por delitos de corrupción. En la corrupción no hay solo el hecho antitético de robar lo que es de todos, sino que, y sobre todo, lleva aparejo el proceso de desposesión de las clases medias y populares. 


   Es a través de la corrupción como se ha llevado a cabo procesos de privatización por el que los trabajadores que  prestan el servicio han pasado a cobrar hasta un 35%menos.Jardineros que cobraban 1200 euros cuando eren empleados públicos que ahora cobran 750 euros, tras pasar a ser gestionados por una de las empresas privadas que conforman “La Trama” que esta saqueando el país en connivencia con los partidos 

       No hay jueces para tanto chorizo. No porque no se pueda luchar contra la corrupción sino porque es inútil querer luchar contra la corrupción manteniendo las estructuras que parasitan el Estado. Las empresas que se lucran con la obra publica en España son las mismas que se lucraban con Franco, lo que evidencia que la democracia de este país se reinstauro no sobre el último periodo democrático sino sobre la dictadura, con sus leyes fundamentales, sus tiempos, su poder económico, sus representantes políticos, el rey criado por Franco y el mismo Adolfo Suarez. Todo cambio para que nada cambiara. Quizás no se pudo hacer de otro modo, pro ahora ya hay una nueva generación post-franquista, sin miedo, que desea y tiene todo el derecho del mundo a querer cambiarlo todo. A esto es a lo que se opone Susana Diaz , el producto perfecto del franquismo sociológico

       El anuncio de moción de censura de Unidos Podemos separa las aguas: o se está con la corrupción y los corruptos o se está en contra. Sitúan el escenario en el terreno preferido por los de Pablo Iglesias y señala y achicharra a los partidos que están ralentizando el cambio político. Los cuales forman parte de las tramas de corrupción que asolan a nuestro país y que cuestan cada año 90 000 millones de euros”( 2)


(1)https://beniezuma2.blogspot.com.br/2017/05/el-estado-espanol-no-deja-de-ser-una.htm


(2) https://www.paralelo36andalucia.com/la-jugada-magistral-de-unidos-podemos/

,

martes, 16 de mayo de 2017

¿EL VALLE DELOS CAIDOS O EL VALLE DEL ESCARNIO FRANQUISTA ?

Por Beniezu

Aquí, reproduzco un excelente artículo del escritor Fidel Gómez Rosa publicado en “Publico” digital. De nuevo el tema es la memoria historia del Régimen, sus trapos sucios, o más bien sus basuras debajo de la alfombra que han empezado a oler. En este caso el emblemático “Valle de los Caídos” franquista. Tema que últimamente  parece que  está de moda. Mucho tendrá que ver la crisis de credibilidad del Régimen en su variante bipartidista, y las tramas de corrupción del PP que son descomunales. Ya son muchas las voces que están pidiendo intervenir en semejante bodrio monumental de exaltación franquista-fascista.  Desde la retirada de los restos de los personajes de la dictadura respetando la sensibilidad de sus parientes y a la vez la sensibilidad del pueblo que es agredida con semejante bodrio de apología del genocidio . Las voces incluyen desde la recuperación  del espacio para otros fines más culturales y apolíticos hasta su demolición  dado su nulo valor artístico cultural si es que se puede llama cultura a la exaltación del genocidio franquista y también dado su manifiesto deterioro ambiental.

................................................................................................................................................................

Afrenta a la democracia española: en torno a la supervivencia de los símbolos franquistas

POR

Fidel Gómez Rosa

     Doctor en Ciencias Políticas y Licenciado en Derecho por la UCM. Licenciado en Historia por la UNED y Especialista Universitario en Historia Militar por el IUGM. Ha sido Secretario de la Asociación Española de Historia Militar (ASEHISMI).

        El conjunto-monumental de Cuelgamuros, situado en las cercanías de Madrid y denominado “El Valle de los Caídos”, ha estado de actualidad en las últimas semanas como consecuencia de la denuncia presentada por una asociación de defensa de este lugar emblemático del régimen franquista (1939-1975) y admitida a trámite por la Justicia por un presunto delito de ofensas contra el sentimiento religioso. Poco después, el Grupo Parlamentario socialista ha tramitado una Proposición No de Ley (PNL) para entregar los restos del Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera a sus familias y desalojarlos de sus tumbas en Cuelgamuros.

           Más allá de este procedimiento judicial y de sus posibilidades técnico-jurídicas de prosperar, y de las acciones que resulten de la PNL, que cuenta con muchas posibilidades de aprobarse dada la composición actual del Parlamento, tal vez resulte ilustrativo y pertinente reflexionar sobre la supervivencia de este espacio de memoria y exaltación del fascismo español del siglo XX, así como, por extensión, de otros símbolos del franquismo, y su repercusión ética en nuestra Democracia.

          El conjunto monumental se compone de una basílica excavada en la roca de la montaña, coronada por una cruz de enormes proporciones –impacto buscado deliberadamente, junto con el lugar estratégico en que está ubicado, para facilitar su visibilidad desde larga distancia– y a la que se accede por una gran explanada, adornada por una colección de figuras escultóricas. En el altar mayor de la basílica se encuentran las tumbas del General Franco y del fundador de la Falange Española, José Antonio


        Primo de Rivera, fusilado en la prisión provincial de Alicante por adhesión a la rebelión militar al poco de comenzar la Guerra Civil (1936-1939). En torno al altar mayor se sitúa una gran cripta destinada a contener los cuerpos de combatientes de las dos Españas enfrentadas en la guerra, lo que fue logrado en tiempo récord trasladando miles de restos mortales procedentes de diversos cementerios y otros lugares en los que estaban enterrados. Al inaugurarse por el “Generalísimo”, en 1958, el bautizado como “Monumento de Reconciliación” urgía llenar la cripta con cadáveres traídos, en gran medida, forzosamente sin el consentimiento de sus deudos. Muchas de estas personas habían encontrado la muerte por su vinculación, apoyo o actitud de defensa de la II República.

          Se pretendía con este acarreo de cadáveres, por orden directa del autoproclamado “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, que “el Valle de los Caídos” al tiempo que servía como exaltación de su victoria en la guerra civil y futuro panteón personal pudiera ser presentado también como símbolo de “reconciliación”(?), es decir, los verdugos vencedores ofrecían reconciliación cristiana en la paz eterna de la muerte a los derrotados, humillados y represaliados por el propio régimen militar y sedicente “Cruzada de Liberación Nacional”. Naturalmente esta maniobra era tan descarada y suponía una incongruencia de tal magnitud que nunca fue creíble para nadie. La obra de Cuelgamuros, cuyos trabajos supervisaba personalmente y con detalle el propio General Franco, fue ejecutada, como es manifiesto, por presos “rojos” que cumplían condena en régimen de trabajos forzosos. La identificación de este recinto monumental con el franquismo y la figura de Franco siempre fue indiscutible y, tras las exequias del dictador, se convirtió en un lugar de peregrinación y concentración de los nostálgicos del Movimiento y en un punto de atracción de la extrema derecha española y del movimiento neonazi internacional, especialmente en el aniversario de cada 20 de noviembre.

     En la actualidad el conjunto monumental se encuentra muy deteriorado, amenazado de ruina por las infiltraciones y humedades de la montaña y la baja e inadecuada calidad de los materiales con los que fue construido en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Las conclusiones de los estudios técnicos realizados es que no sobrevivirá en el tiempo por haberse iniciado un irreversible proceso de disolución. La única alternativa posible consería  que Patrimonio Nacional, actual titular del monumento, realizase una costosa intervención para parar este proceso inexorable en otro caso. Por supuesto, se trataría de una decisión difícil de justificar si fuera para mantener su concepto actual de tributo a una dictadura impuesta a la fuerza al pueblo español.

     El valor arquitectónico y artístico es poco apreciado por los especialistas en Historia del Arte que, en términos generales, lo consideran una muestra tardía excepcional –por inédita en Europa– de la arquitectura propagandística fascista del periodo de entreguerras. El conjunto ornamental de Juan de Ávalos, mejor considerado técnicamente por los especialistas, sufre también el avanzado proceso de deterioro con frecuentes mutilaciones de figuras, y presenta el mismo inconveniente desde el punto de vista axiológico: la exaltación de valores –la imposición de la fuerza, el valor regenerador de la guerra, los ángeles tomando partido en el combate, etc– propios de otra época y ya rechazados por nuestra sociedad.

      El “conjunto” español, vinculado al nacional-catolicismo impuesto a sangre y fuego durante casi cuarenta años, tiene su natural inspiración en los regímenes “hermanos” del fascismo italiano y el nazismo alemán. Ni en Italia ni en Alemania pueden encontrarse ya este tipo de productos de época puesto que fueron debidamente demolidos al tiempo que se desmantelaban los sistemas políticos que los habían levantado. No tanto por su escaso y dudoso valor estético sino por consideraciones éticas y por el evidente contrasentido que habrían supuesto para las nacientes democracias europeas de la postguerra.

       El llamado “Monumento de Reconciliación”, atendido por la Orden benedictina de la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, tiene también una dimensión religiosa con un convento y la celebración de misas y otras ceremonias de la liturgia católica. En esta función religiosa, y en el hecho de ser el Valle un lugar en la ruta turística de la sierra madrileña, se ha pretendido –y aún se pretende– justificar la supervivencia aséptica y sin sectarismo de este lugar de exaltación y memoria del fascismo.

       En España, como a menudo nos recuerda el maestro Ángel Viñas, uno de nuestros grandes autores de referencia en el estudio crítico del franquismo, llevamos muchos años siendo singulares respeto del resto del mundo occidental en materia de investigación historiográfica de este periodo de la historia contemporánea de nuestro país. Han venido siendo proverbiales las trabas a la investigación, primero en los propios archivos y fuentes públicas, y posteriormente en fundaciones privadas que consideran su patrimonio la documentación y efectos que, en cualquier país desarrollado y normalizado, es de libre acceso y forma parte del dominio público para su puesta a disposición de la comunidad académica. Concretamente en el ámbito de la historia militar durante muchos los archivos oficiales militares quedaron como coto privado de los historiadores civiles o militares considerados “azules” con el consiguiente sesgo de las publicaciones disponibles para analizar asuntos clave, con datos fiables, como pueden ser la batalla en el aire, el desarrollo de la industria de guerra o la estrategia de combate realmente planeada por las divisiones o los cuerpos de ejército. Muchas obras han quedado rápidamente desacreditadas al poderse tener acceso a las fuentes antes negadas.

      La larga permanencia en el poder del franquismo, que se ve favorecido por el respaldo que recibe de los Estados Unidos al integrarse como un aliado fundamental en el dispositivo de contención del comunismo diseñado en la Guerra Fría, impidió el desmantelamiento de este régimen colaboracionista de las potencias del Eje en el mismo tiempo histórico en que se produjo en las derrotadas Alemania, Japón o Italia. El General Franco, con el espaldarazo del amigo americano, se asentó en el poder, con el paso del tiempo se integró en el sistema internacional, moderó los efectos de la represión brutal de la postguerra, alcanzó un cierto grado de desarrollo económico –obtenido sobre la tríada remesas de emigrantes, turismo y construcción– que, a partir de mediados de los años sesenta, se empezó a traducir en una mejora significativa de la calidad de vida de los españoles. Se creó así un franquismo sociológico que acabó disfrazando el origen golpista, clasista y represivo del régimen, se matizaron y enturbiaron sus orígenes ideológicos y con la colaboración de intelectuales orgánicos –algunos lo hicieron apoyados en becas de las agencias de inteligencia del gobierno de Washington e insertados en las universidades y centros de pensamiento– el régimen franquista pasó de dictadura sangrienta a simplemente un “sistema autoritario” de participación política restringida. Sólo en el final del tardofranquismo recupera su verdadera naturaleza represiva. 

             Este devenir histórico derivó en la distinta percepción social con respecto a sus símbolos hasta dejar de asociarlos al fascismo y hacerlo a un sistema paternalista plenamente normalizado por grandes capas de la población. Por esta razón, cuesta trabajo explicar en el extranjero este tratamiento benigno excepcional a los ojos de los ciudadanos europeos, que padecieron los estragos de la guerra y el absolutismo criminal nazi-fascista, de los símbolos franquistas y el hecho de que todavía determinados sectores de la sociedad española los considere dignos de conservación y no experimenten aversión ni observen connotaciones rechazables, tal y como en mi condición de historiador he percibido en conservaciones con colegas extranjeros.

       La supervivencia de los símbolos franquistas, aunque reducida ya sensiblemente en su número, se mantiene a despecho de la vigente Ley de Memoria Histórica y en un contexto en el que, por el contrario, se sigue ignorando el mapa de las miles de fosas comunes repartidas por el país, de acuerdo al expediente internacional levantado por las Naciones Unidas. Al parecer es compatible el olvido de los muertos republicanos, a los que se les niega la dignidad de un entierro digno, con el recuerdo y homenaje de los victimarios.

          Resulta particularmente llamativo para cualquier observador extranjero que una estatua ecuestre del General Franco haya presidido la plaza de armas de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza hasta el año 2007 en que fue retirada, después de vencer la tentación de simplemente trasladarla de ubicación dentro del recinto del propio centro de enseñanza. Nada menos que durante treinta años las promociones de oficiales del Ejército de la Democracia recibieron sus Reales Despachos ante la presencia simbólica imponente del dictador. Y lo peor es que, ofendiendo la inteligencia de los españoles, durante muchos años se ha tratado de justificar este despropósito simplemente en que el General Franco estaba allí en su calidad de primer director de la Academia en su segunda época (1928-1932).

         Con una retirada de símbolos franquistas tan prolongada en el tiempo y tan esporádica, la Democracia española, tan elogiada por la transición política pacífica realizada y por la modernidad de sus grandes ciudades, cultura e infraestructuras, se ha visto y se ve seriamente desacreditada por la pervivencia incomprensible de tales reminiscencias franquistas y, en particular, por su “obra magna” del Valle de los Caídos, especialmente en su imagen ante la comunidad internacional.

     En las raíces de esta paradójica situación, además de las razones históricas y sociológicas apuntadas, se encuentra la fórmula reformista o de ruptura pactada adoptada en la transición política (1976-1982), que dejó intacto a los poderes fácticos de la dictadura. Las Fuerzas Armadas mantuvieron su autonomía hasta prácticamente la década de los años noventa. Se salvó con éxito la tendencia a la involución militar aunque se jugó con fuego y se corrieron muchos riesgos por falta de autoridad y coherencia democrática desde el principio. Entre tanto la cuestión de los símbolos –nombres de vías públicas, monumentos a la División Azul, placas en las iglesias por los caídos por Dios y por España, escudos no oficiales, etc– no resultaba acuciante y tenía un efecto apaciguador, pero de esa inconsecuente tolerancia procede la dificultad posterior para hacer desaparecer unos símbolos extemporáneos que representan una época negra de la Historia de España, que hieren la conciencia colectiva, dificultan una instrucción pública pedagógica sobre el pasado y se oponen radicalmente a los valores que deben prevalecer en una Democracia avanzada como a la que aspira nuestro país.

   Enlace http://blogs.publico.es/otrasmiradas/8755/afrenta-a-la-democracia-espanola-en-torno-a-la-supervivencia-de-los-simbolos-franquistas/

 

Los medios de comunicación como dictadores y enemigos de la gente





Un. Excelente y pedagógico articulo de Luis Britto García  publicado en “Es posible la paz”, y que reproduzco por su enorme y clarificarte interés informativo sobre el mundo de la información occidental, que mas bien deberíamos llamar deformadores  ideológicos
oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Los medios de comunicación como dictadores y enemigos de la gente

 Les he comentado en abundantes ocasiones como los medios de comunicación no muestran lo que realmente ocurre en el mundo, que su fin es otro: el de imponer los intereses de sus poderosos dueños al resto de la sociedad. Para este propósito recurren desde el engaño a la coacción; desde el desprecio a la separación de poderes, queriendo ejercer de fiscales, jueces y ejecutores, a no soportar la discrepancia. Actúan como verdaderos dictadores que muestran su ira contra los gobiernos populares, contra quienes con sólidos argumentos desmontan con facilidad su entramado de falsificaciones, contra los que con justicia y criterio piensan y elaboran leyes para evitar la impunidad de sus graves delitos y de sus monopolios tan descarados.
Voy a traerles debido a esta situación tan generalizada, como he hecho otras veces, otro artículo relativo al tema tan soberbio y certero como es costumbre que lo sean los de Luis Britto García, escrito ya en marzo de 2012, y siendo tan actual hoy como entonces.


 1 
Alguna vez sostuve que ciertos medios de comunicación ejercen una dictadura mediática, porque aspiran a desempeñar por sí solos los tres poderes clásicos del Estado. En efecto, quieren decidir qué leyes valen y cuáles no; inventan decisiones del gobierno o niegan las que éste toma; condenan sin defensa ni apelación. Y encima pretenden ejercer estos poderes absolutos sin consulta democrática ni responsabilidad. 
 2
Ejemplo: contra el presidente Rafael Correa las fuerzas antidemocráticas y reaccionarias intentan un golpe de Estado el 30 de septiembre de 2010, con saldo de cinco muertos y trescientos heridos, entre ellos el propio presidente. El diario de Guayaquil El Universal alucina que no ha habido golpe de Estado, llama al presidente electo “dictador”, inventa que ha ordenado disparar contra el pueblo; lo condena sin derecho a defensa y en forma inapelable como responsable de crímenes de lesa humanidad; declara que las leyes que sancionan los delitos de difamación, injuria, calumnia y vilipendio no existen, que en todo caso no le son aplicables a los comunicadores sociales, y se niega a rectificar. Pero, ¿Qué son en realidad estos medios? Oigamos al presidente Rafael Correa en su conferencia “Sociedades vulnerables”, pronunciada en la Universidad de Columbia el 23 de septiembre de 2011: “En Ecuador, los medios de comunicación escritos, televisivos y radiales a nivel nacional son propiedad de media docena de familias. El mayor diario nacional, El Universo, pertenece a empresas fantasmas en Islas Caimán, un paraíso fiscal, donde no se va precisamente para pagar impuestos o transparentar finanzas. Cuando llegamos al gobierno en el 2007, cinco de los siete canales de televisión nacionales eran propiedad de banqueros. Ustedes pueden imaginar lo que sucedía cuando se quería tomar alguna medida de regulación bancaria. En general, la práctica común fue siempre crear un grupo económico y usar los medios, no para informar, sino para defender los intereses de ese grupo económico”. Los dictadores, como los medios, pretenden monopolizar la totalidad de los poderes; los medios, como los dictadores, aspiran a ejercerlos sin asumir las consecuencias.

3
Para mejor comprender la situación, bajémonos de la nube que nos sitúa entre poderes del Estado y mandatarios. No se debe injuriar, vilipendiar, difamar ni calumniar a un Presidente por lo mismo que no se debe hacerlo con el más ínfimo ciudadano. Si yo afirmo falsamente y sin pruebas que el más pobre recogelatas es paidófilo, narcotraficante, ladrón y asesino, lo daño atrozmente porque le arrebato su honra y reputación, que es lo único que tiene en este mundo. Si además lo hago utilizando un medio de comunicación, multiplico la ofensa tantas veces como lectores o auditores tiene éste.
 4
¿Fantaseo? ¿Invento cosas por molestar a los comunicadores, de los cuales pretendo ser uno? Pues no. El artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sancionada por la ONU, declara que “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”. ¿Demasiado universal para el gusto de los monopolios regionales? Pues el artículo 11 de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos dispone: “1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques”. Todas las legislaciones de América Latina y el Caribe comprenden normas que protegen la honra, la dignidad, la reputación y la vida privada de los ciudadanos. No aburriré a la audiencia citándole las que puede encontrar en el Código Penal de Ecuador o de Venezuela. Cualquier ciudadano que las viole es sancionado. Sólo algunos comunicadores pretenden ser inmunes a ellas.
 5
Nadie concibe un ingeniero que pretenda no ser responsable si se le caen las casas, un chofer que anhele atropellar peatones impunemente, un médico que aspire a no ser sancionado si envenena al paciente. Pero muchos comunicadores sostienen que nadie puede reclamarles los daños que causen con el ejercicio de su profesión, e incluso, que ninguna norma debe regular su profesión. En febrero de 2003 la oposición venezolana recoge firmas para una reforma constitucional, y los dirigentes de los medios hacen incluir en el petitorio la derogación del artículo 58 de la Constitución Bolivariana, el cual consagra el derecho “a la información oportuna, veraz e imparcial sin censura, de acuerdo con los principios de esta Constitución, así como a la réplica o rectificación cuando se vea afectada directamente por informaciones inexactas o agraviantes”. El documento requería firmas para derogar asimismo el artículo 60, según el cual “toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación”. Los medios quedarían así despojados de todo deber frente a la sociedad; los ciudadanos, de todo derecho ante ellos.
 6
Con su delirante ataque, El Universal quizá quería provocar alguna medida gubernamental del Presidente para luego acusarlo de abuso de poder. Como simple ciudadano, acudió Correa ante un tribunal para pedir la rectificación de esa “mentira disfrazada de opinión”; logró la condena del periódico por 40 millones de dólares, y la de varios de sus directivos a tres años de prisión, y una confirmatoria en la cual el juzgado quinto de lo civil el 6 de febrero de 2012 sentencia que el fallo busca reparar "la afrenta irrogada, por el hecho de habérsele perjudicado, en su honra, dignidad, buen nombre, prestigio profesional dentro del país y fuera de él". Según testimonia Correa en su conferencia “Sociedades vulnerables”: “Pues bien, al día siguiente de dicha ratificación, muchos medios ‘condenaban’ –con estas palabras- la sentencia. ¿Medios de comunicación condenando las sentencias de las cortes? ¿Acaso son, como la Corte Suprema de Estados Unidos, the highest court in the land?” Mucho peor: ejercían la dictadura mediática, actuando a la vez como legisladores, ejecutores y jueces. La inefable Comisión Interamericana de Derechos Humanos de Washington, que nada hizo ante el golpe de Estado contra Correa, así como nada hizo cuando fue secuestrado el presidente legítimo Chávez, instó al mandatario a suspender temporalmente la aplicación de la condena. Un gremio de propietarios de medios sentenció a Correa en forma inapelable y sin derecho a defensa como “el Enemigo Número Uno de los Medios”. En ningún momento los comunicadores de El Universal rectificaron ni se excusaron. El Presidente Correa, en cambio, los perdonó. En Venezuela esta lenidad ha logrado pocos efectos, desde los tiempos de la primera República, cuando se lamentaba Simón Bolívar de que “a cada conspiración seguía un perdón, y a cada perdón una nueva conspiración”. Perdonó Chávez a los culpables mediáticos y políticos del golpe de abril de 2002: ya en diciembre intentaron precipitar otro golpe mediante una mezcla de sabotaje petrolero, lock-out patronal y campaña mediática de más de dos meses instando a la deposición del mandatario democrático. Los presidentes perdonan, pero los medios no.
 7
Una inextinguible quejumbre elevan en Venezuela los funcionarios del gobierno bolivariano contra las agresiones que en su contra perpetran los medios. Otra sería la conducta de éstos si los agraviados acudieran a los tribunales y exigieran la aplicación de la Ley. Fue lo que hizo en 2003 Alí Rodríguez Araque, para entonces presidente de PDVSA, cuando la periodista Ibeyise Pacheco acusó de trabajar en dicho ente y de practicar la corrupción a un hijo del funcionario que en realidad había fallecido quince años antes, a la temprana edad de trece. La demanda exigía una reparación simbólica y concluyó con un triunfo moral. Es honroso ser declarado Enemigo Número Uno de unos Medios que a su vez son el Enemigo Número Uno del Público. 
  8
Ahora la extrema derecha de las transnacionales y los medios se junta con algunos movimientos étnicos y marcha hacia Quito. Ya la Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador (CONAIE) había exigido a Correa que le entregara la decisión sobre las concesiones de recursos naturales de Ecuador. Correa lo rechazó, fueron a elecciones, sacaron un solo diputado al Poder Legislativo y luego apoyaron el golpe, acusando al gobierno de Correa de “dictadura democrática”. Lo que está en juego son los recursos naturales de América Latina. Por ejemplo, indígenas de la etnia Munducurú cedieron sus derechos sobre 23.000 kilómetros cuadrados de la Amazonia brasileña en el estado de Pará a la transnacional irlandesa Celestial Green Ventures por 120 millones de dólares. Según el diario O Estado de Sao Paulo, el contrato impide por 30 años a los indígenas los cultivos agrícolas y la extracción legal de madera, asegura a la transnacional el libre acceso a la zona, que está prohibido a las autoridades legítimas brasileñas, y no habría contado con el aval de toda la comunidad. Celestial Green Ventures gerencia 16 proyectos iguales en la Amazonia Brasileña, que afectan 200.000 kilómetros cuadrados, el doble de toda la superficie de Portugal. La Fundación Nacional del Indígena (FUNAI) ha registrado una treintena de contratos de índole similar entre dirigentes indígenas y multinacionales de Europa (Tablet terra com.co, 11-3-2011. Pero los recursos naturales de América Latina no serán de las transnacionales. La mayoría se decidirá una vez más por el Buen Vivir.
Publicado por Mikel Itulain en 10:10