(Debates sobre la Batalla de Ideas) VI
Demos un repaso a la realidad opresiva y depredadora que nos rodea, realidad
que suele estar siempre ocultada tergiversada y manipulada cuando detrás está
el poder del capitalismo que
se alimenta del lucro y la avaricia. Y como en toda guerra de dominación en
esta peculiar “Batalla de Ideas" es el
poder del capital el que se enfrenta al mundo del trabajo en una guerra silenciosa y no declarada, sin víctimas
mortales ni destrucciones de infraestructuras.
Las víctimas son dañadas psicológicamente, incidiendo en grandes masas del mundo del trabajo afectados e incapacitados para pensar por sí
mismo en el terreno de la política, desarmados de su capacidad de raciocinio
personal y transformados en impersonales entes
adocenados, como marionetas
manipuladas por hilos invisibles.
El uso de estas armas psicológicas por el poder
del capital está consiguiendo desarmar a grandes masas de trabajadores de su capacidad de pensar y discernir por sí
mismos aquellos contenidos relativos a la política, y a su situación laboral alejándoles
del contenido real de sus conceptos y de la propia verdad
objetiva e incluso para despreciarla.
Viene a cuento aquella frase del líder negro estadunidense, Malcome X
(1925-1965) “Si no estás prevenido ante
los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido” porque
es con estos medios con los que el
poder bombardea sin tregua a las indefensas masas con la intención de destruir
su capacidad de disponer criterio propio. Y por mucho que el Poder oligárquico
con sus profesionales del engaño se empeñe en ocultarla y distorsionada, la
verdad seguirá estando ahí terca e
inexorable a la espera de ser conocida abrazada
y aplicada.
Para la izquierda consecuente es de vital importancia iluminar y despejar las
verdades para ser mostrada en sus auténticas
formas ideas y conceptos. La verdad es preciso mostrarla a las masas
trabajadoras en toda su amplitud pues para el poder depredador capitalista la verdad y la luz
serán siempre mortales como la luz cegadora para los que viven y se alimentan de
las tinieblas. El conocimiento de la
verdad para los oprimidos y desheredados de la tierra es como la luz al final
del túnel, como la esperanza libertadora de los condenados de por vida a la
esclavitud en forma servidumbre y del salario sujeto a los caprichos del patrón.
Sera ver con claridad la emancipación al
alcance de sus manos. Y así el
conocimiento de la realidad política-social cuando
es abrazada por los oprimidos, se transforma en camino de libertad.
Estamos inmersos en una guerra
donde la iniciativa la están llevando y con gran éxito, los aparatos de intoxicación
mediática del estado burgués, con su trabajo constante desde décadas atrás ya
han conseguido doblegar robotizando a
millones de víctimas que deambulan como zombis desorientados creyéndose ser “apolíticos
“y con voluntad propia pero que ya solo son instrumentos manipulables de la
voluntad y de las órdenes del poder. Es la nueva y tenebrosa inquisición del siglo
XXI cuyo fin es el mismo que aquella institución,
perpetuarse en el poder sometiendo voluntades solo que con métodos más
“humanizados”
Y en esta Guerra de Ideas la munición
para el sometimiento que emplea el poder en sus bombardeos contra a la
población esta compuestas de Ideas, con
forma de “anti ideas”. Su contenido
político, valga la paradoja, es el “apoliticismo” que en el fondo supone
apartar a sus víctimas del conocimiento de las claves de la política con el fin
de hacerles comulgar con el contenido y las formas del stablishment imperante,
el propio Régimen, como “natural” y “apolítico”. Esta argucia vulgar e infantil, tiene eficacia por
las machaconas e insistentes campañas de bombardeos mediáticos en todos los campos
de la sociedad; la más media, la publicidad, el cine, la educación, los
videojuegos, etc.
Es por esto que las izquierdas
consecuentes debemos enfrentarnos a estas agresiones de Guerra Psicológica dentro de su propio campo de batalla y usando también
como armamento estratégico las ideas,
solo que el contenido de nuestra munición conceptual será a la inversa de sus
intenciones. Sera para ir corrigiendo los
destrozos producidos en sus cerebros, será para combatir la mentira con
la verdad, clarificar desenmascarar y concienciar sus mentes de contenido posibilista
y liberador llenando sus cerebros de conocimientos y de ideas tan verdaderas
que su luz impedirá inevitablemente sean manipulados. Y tal y como nos
transmitía el gran teórico marxista Gramsci “La verdad siempre es
revolucionaria” y lo es porque tras su conocimiento la mente se desprende de
las trabas del engaño y de la posibilidad de la manipulación
El lector se preguntara ¿Qué es la verdad? ¿Este concepto tiene el mismo significado para
la clase trabajadora que para las oligarquías capitalistas? En absoluto, los
valores y conceptos relativos a la sociedad
tales como libertad, democracia,
verdad, justicia, legitimidad etc., son valores políticos y por tanto relativos
a los intereses de cada clase social, esto quiere decir que son diferentes para la burguesía que para la clase trabajadora. De ahí que en
situaciones de crisis económicas del sistema capitalista la clase trabajadora se ve afectada por sus
consecuencias, mientras que la incidencia en las oligarquías es no solo nula
sino que incluso les beneficia en
términos de lucro, y esto se entiende porque el engorde de las oligarquías
siempre ha sido a costa del trabajador pues se nutre de el.
La llamada democracia burguesa es
la democracia perfecta para esta clase social pues es la que le permite
enriquecerse a costa del producto del trabajador asalariado. Sus leyes ,sus
valores ideológicos relativos a la
democracia y libertad serán aquellos que le permitan su desarrollo como clase
social diferenciada de la clase trabajadora. Mientras que esos valores para los
trabajadores no solo no le benefician sino que le perjudican. Pero esta
realidad esta camuflada y tergiversada con la ideología dominante que la
burguesía expande por sus dominios para desorientar a las masas trabajadoras.
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