El criminal lacayo del Imperialismo Yanqui en Venezuela Leopoldo López ya esta a buen recaudo detenido juzgado y condenado, muy a pesar de la bilis soltada por la ,nunca mejor dicho, Canalla Mediática Internacional y que lo viene haciéndolo contra el Estado Bolivariano y su Revolución. Todo ello controlado y perfectamente coordinado por el Oligopólico Mediático Occidental en manos , como no podía ser de otra forma por el grupo mas hegemonía de todos ellos los USA que implementa los lavados de cerebros mediáticos a la perfección coordinados con los planes maquiavelicos de dominación mundial elaborados por sus poderosos servicios secretos civiles y militares .
Es impresionante la parafernalia de medios de todo tipo para intentar desprestigiarlo primero y destruirlo después al popular Proyecto Bolivariano. El Imperio no soporta que su patio trasero se le soliviante y se revuelva de sus ataduras imperiales . Intentos de golpes de estado, atentados, sabotajes a la economía ,con acaparamientos de productos básicos para crear malestar popular, cosa que le permite a hacerlo pues la derecha golpista controla las fuentes de la economía y manipular el control de las fuentes de reservas de alimentos medicinas y recursos energéticos ,de materias primas etc.Y su mas cruel y salvaje acción ha sido el terrorismo callejero las llamadas "Guarimbas" que ya han matado a mas de 40 victimas , intentando crear caos y miedo para atemorizar a una población que desde hace mas de una década sigue votando y y admirando al Proyecto Bolivariano.
Me he permitido reproducir este interesante articulo de Atilio A. Boron *por su interés temático, y que originalmente a sido publicado en Iniciativa Debate con el titulo de El injusto castigo de Tejero.
EL INJUSTO CASTIGO DE TEJERO
De Atilio A. Boron
La canalla mediática
internacional se rasga las vestiduras y ensordece al mundo entero denunciando
el atropello consumado por la justicia venezolana al haber condenado a Leopoldo
López a una pena de 13 años, 9 meses y 7 días y 12 horas de reclusión por
“incitar a la protesta”, según nos (mal)informa el decano de los periódicos
mentirosos del mundo hispanoparlante, El País. ¿Incitar a la protesta le llama
este diario y sus lenguaraces en el resto de América Latina y el Caribe a una
exhortación pública y violenta hecha por López para derrocar a las autoridades
y a alterar el orden constitucional de Venezuela? Esta derecha desesperada
porque no puede derrotar por las vías institucionales a los gobiernos
progresistas y de izquierda de la región ya ha arrojado por la borda todos sus
escrúpulos y ha hecho del mentir su segunda naturaleza. Lo de López no fue una
travesura, una inocente chiquilinada sino algo que en cualquier país del mundo
se llama sedición, y constituye, como en Estados Unidos, una ofensa criminal
penada por largos años de cárcel e, inclusive, si fue cometido en concurso con
otros actores y ocasionó la muerte de terceras personas, reclusión perpetua.
Para los espíritus colonizados que asuelan Latinoamérica lo que “allá” (léase
Estados Unidos o Europa) constituye un crimen aquí, en los arrabales del
capitalismo, es una inocente diablura, y no importa si la “incitación” de López
terminó con más de cuarenta muertos, la mayoría de ellos fuerzas de seguridad
bolivarianas y gentes del común, en las guarimbas y por el fuego de
francotiradores, amén de una enorme destrucción de edificios y propiedades
gubernamentales y privadas.
El
periódico español debería recordarle a sus lectores que en ese país el 23 de
Febrero de 1981 el teniente coronel Antonio Tejero Molina quiso también él
alterar el orden constitucional vigente tomando por asalto el Congreso de
Diputados de España. Más allá de la incomodidad que le produjo a los diputados
que estuvieron casi un día entero secuestrados Tejero no produjo ni una sola
muerte ni hubo que lamentar pérdidas materiales de ningún tipo. Sin embargo, la
justicia española lo sancionó con una pena mucho mayor que la recibida por
López: 30 años de prisión, expulsión del Ejército, pérdida de su grado militar
e inhabilitación durante el tiempo de su condena. Al cumplir la mitad de su
pena le fue concedida la libertad condicional, pero los quince años de su
condena los purgó en una cárcel militar. Propongo que El País y sus secuaces
lancen una campaña de reivindicación del golpista español y que su caso sea
revisado por la justicia venezolana, que seguramente le beneficiaría con una
levísima sentencia y la plena recuperación de su buen nombre y honor.
*
Investigador superior del Conicet, investigador del IEALC, Director del PLED.
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