NOTA del editor de este Blog.
Beniezu
Este articulo esta seleccionado para ser publicado en este Blog por su
contenido desintoxicador sobre la imagen
que los medios occidentales dan a los llamados " Terroristas islámicos”. Deformación intencionada para ocultar sus perversas intenciones
manipuladoras de presentarnos un terrorismo ajeno a sus responsabilidad
cuando es evidente que es teledirigido , entrenado y financiado
por las grandes corporaciones oligárquicas, a través de sus múltiples tentáculos
que están bajo su control. Siendo su intencionalidad la de desestabilizar regiones enteras
geoestratégicamente codiciadas además de crear en Occidente un
clima de terror del que sacaran beneficio a largo plazo en forma de
recortes de libertades y de control de la ciudadanía.
El autor de este artículo, Carlos Santa María, es Doctor en Filosofía y
Ciencias de la Educación, profesor universitario, columnista de varios medios
nacionales e internacionales y ha escrito dieciséis libros en el campo humano,
político y pedagógico.
Por
Carlos Santa María
La propuesta de un
califato es simplemente un distractor pues lo que se pretende efectivamente es
consolidar la fractura de naciones soberanas para hacerlas parte de un
andamiaje colonizador. No es otro el sentido esencial.
Seguir insistiendo en la
versión religiosa de los grupos terroristas por parte de la prensa alternativa
es continuar enquistando el mito de la lucha legítima por una ideología
considerada espiritual y, por ello, apoyando sin pretenderlo la falacia de que
existen grupos civiles, religiosos, ciudadanos, en oposición a un estado o
gobierno legal, debido a que poseen un sueño por construir.
La realidad es que dichas
organizaciones son estructuras creadas en forma de ejércitos mercenarios
cumpliendo todos los requisitos para ser considerados como tales. Sus
patrocinadores son Estados interesados en generar caos internacional y luego obtener
dividendos geoeconómicos. No hay otra explicación a las tácticas empleadas.
Todas las investigaciones
al respecto indican que estos grupos terroristas fueron creados como ejércitos
privados de potencias coloniales y Estados o monarquías retrógradas, los cuales
las utilizan como escudo protector para defender sus intereses de dominación en
el mundo. Por tanto, es preciso desde ya dejar de mencionar a estas
organizaciones como fuerzas independientes pues son simplemente estructuras
paramilitares mercenarias sin ninguna ideología considerada radical o
tradicional ya que su único objetivo es destruir y caotizar la sociedad.
Existen seis
características que corroboran esta afirmación ya reiterada y que no puede ser
considerada en discusión dada la solidez de la información existente.
En primer lugar, los
integrantes de estas fuerzas armadas son reclutados a través de procesos de
selección donde les es ofrecido un salario para ejercer una labor ya definida
como es defender ciertas posiciones, atacar otras, eliminar a contrarios, y por
dicha actividad percibir un emolumento que contempla premios, es decir, por
personas eliminadas de cierto nivel se ofrece una recompensa o gratificación.
Se ha comprobado que los sueldos corresponden a los niveles de importancia al
igual que los privilegios (incluyendo el medieval derecho a pernada), y que una
fuga masiva se ha producido no sólo por la fuerza liberadora que los acorrala
sino porque sus dirigentes han debido bajar incluso a la mitad el dinero
pagado, como típica norma del capital, debido a la limitación en los ingresos
causado por las fuerzas de liberación.
En segundo lugar, se
recluta soldados profesionales, agitadores, violentos, delincuentes o jóvenes
alienados, para destruir a un enemigo localizado, lo que implica alta
preparación o disposición al asesinato. Aquí se conoce del uso dado al octagón
para minimizar las heridas y dar un fervor extraño a los combatientes. El uso
de batallones colombianos en Yemen o Libia, y las escuelas de seguridad
estadounidenses, provee entrenados sicarios para el fin encomendado. No es
precisa una ideología pues para ultimar con una supuesta fe es innecesario ya
que el takfirismo está desligado de doctrinas pensadas en forma seria.
En tercer lugar, estos dos
ejércitos son apoyados directa o indirectamente por gobiernos cuya tradición
los hace golpistas foráneos. Así proveen de financiación a través de bancos
transnacionales, pertrechos militares por medio de Turquía o con asesoría aérea
de la Coalición-los cuales por error caen en manos de los terroristas-,
movilización donde las camionetas Toyota son un mecanismo que por equivocación
también presta servicio a éstos. Las armas modernas compradas a través de
terceros son el elemento más contundente que refleja la hipocresía de sus patrocinadores.
Cabe destacar la inmensa
“solidaridad” a través de la guerra mediática considerándolos grupos
idealistas, religiosos, juveniles incluso, cuyo nombre intentan desvanecerlo
utilizando a ISIS o EIIL como enganche y evitando comentar las atrocidades
que cometen, asimilándolas a los cuerpos civiles de defensa. Ocultar que están
perdiendo esta guerra declarada contra países soberanos es un objetivo de los
canales dependientes por lo cual las treguas únicamente intentan ganar tiempo
para crear nuevas opciones de guerra.
Cuarto, como fuerzas
armadas aniquiladoras tienen la labor metódica de exterminar al contrario y, en
este caso específico, destrozar el entorno físico ambiental además de la
infraestructura, incluida la habitación, cultura y comunicación.
Utilizando la “educación”
ya aprendida en la Escuela de Las Américas, donde se entrenaron los mayores
golpistas de América Latina junto a los profesionales torturadores, este
aprendizaje se ha enriquecido con tácticas salvajes como la crucifixión, el descuartizamiento,
el desmembramiento con caballos o el lanzamiento desde torres, uniendo la
tecnología moderna a la perversión para filmar a presos quemándolos como si
fueran aves o a niños explotando a opositores en un carro.
Quinto, obedece a una
coordinación realizada con la mayor tecnología moderna la cual no es parte de
una organización terrorista pues requiere ojos en el aire y tierra a través de
una sofisticada red. Esto implica que existe un núcleo de inteligencia que
ordena los ataques, provee de información privilegiada, los agrede donde no
están localizados y da la seguridad que tendrán todo el poder necesario
imbricado a la protección para esconderse y no ser procesados.
Sexto, lo evidente es que
dichos grupos lograron apoderarse de vastos territorios gracias a un proyecto
pensado desde el imperio y por mentes calculadoras que diseñaron paso a paso la
destrucción total de dos naciones. Sin embargo, no contaron con la resistencia
de la población y su fuerza armada legal, los que han dado prueba de una
valentía que sólo la posee quien integra una organización con ideales. El
escape masivo de los terroristas demuestra que no existe ninguna ideología sino
un pago económico que no compensa la muerte, razón por la cual han debido
fusilar o torturar a sus propios militantes ya que no poseen la mística del
combatiente con espíritu de soberanía.
Es preciso aclara que el
alcance de estos ejércitos mercenarios es limitado pues no es cierto que sea la
amenaza más grande que tiene el mundo, tal como se expone en la prensa
occidental para desviar la atención del golpismo en varias naciones, la
desestabilización o esconder sus propios conflictos internos, por citar sólo
algunos ejemplos: la magnificación de actos como si fuera inmensamente grande
(unos 130 muertos en París), contrasta con más de 300.000 personas asesinadas
en Siria y un millón en Irak a raíz de la invasión contra Saddam Husein. Sin
embargo, no han atentado contra los supuestos infieles excepto algunas
escaramuzas con un centenar de muertos lo que contrasta con los cientos de
miles en Medio Oriente y que no son occidentales.
El análisis, luego de
definir el carácter terrorista de estos ejércitos creados artificialmente,
lleva a considerar que dada su derrota persistente no se descarta que el
Occidente de un giro político manipulado respecto al Gobierno sirio, casi cinco
años después de que fracasaran por un lado los complots encaminados al
derrocamiento de Al-Asad y por otro se reforzaran grupos takfiríes como Daesh
(EIIL),gracias al apoyo del Occidente y que actualmente amenazan la seguridad
de sus propios patrocinadores. Que la ONU plantee el cambio de Assad es otro
intento más de forzar una solución negociada para defender sus propias
posiciones en riesgo.
Es claro que Daesh y Al
Qaeda (cuyo frente en Siria es Al-Nusra), son ejércitos privados que tienen
contratos con estados interesados en generar desestabilización y tener luego
grandes réditos. Al ser escuadrones particulares, ello destruye todos los mitos
y pone en claro cuál es su objetivo y a quien responden.
Cabe acotar que, pese a la
inmensa propaganda, Daesh-ISIS, no ha logrado la creación de un Estado propio
(califato medieval en pleno siglo XXI), pues lo que controla son territorios
ahora debilitados más no una nación con personalidad jurídica y nacionalidad:
ni es más fuerte que los ejércitos formales de Siria e Irak juntos, lo que
explica su temor, desmoralización y escape.
Finalmente, gran parte de
su conquista se debió a un factor sorpresivo muy bien planeado aunque sólo fue
posible gracias al pavor que infundió con una extrema crueldad, genocidio,
limpiezas étnicas y religiosas, torturas y masacres en masa, cuyo verdadero
objetivo fue imponer terror en el territorio invadido, en sus opositores, en la
población y en sus propios oponentes militares, con el fin de obtener el
control y domesticación pleno…lo que no ha logrado debido a la infatigable
lucha de los pueblos con espíritu de patria.
Cuando toda la
investigación existente, fiable, establece que Daesh y Al-Qaeda son ejércitos
mercenarios y no organizaciones religiosas con proyecto propio, cuyo diseño fue
realizado por la Alianza dirigida por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y
Turquía como socio principal, apoyado en las monarquías retrógradas y
violentas, la conclusión indica que no existe el terrorismo como una ideología
y grupo independiente que orienta esta lucha. Por el contrario, la conclusión
más impactante es que su creación es simplemente para sostener una herramienta
de caos y confrontar a las naciones que realmente luchan por la paz. Así
aceptado, el mapa del mundo cambia en favor de las soberanías y la
humanización.
humanización.
ENLACE http://www.hispantv.com/newsdetail/terrorismo/218486/isis-estados-golpistas-alqaeda-califato-potencias-coloniales
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