Nota del editor de este Blog
Beniezu
El autor de este articulo reproducido en este Blog, Atilio Boron ,avitual
en este Blog, nos hace un analisis acertado sobre la delicada situaccion
en la que se encuentra Venezuela descaradamente intervenida y amenazada por el
imperialismo USA que junto a sus titeres vendepatrias venezolanos preparan
alguna vestialidad intervencionista violenta que nos es dificil de definir el
grado de su naturaleza y de su desenlace dado la polarizacion y radicalizacion
de los frentes. Aunque todo será condicionado por el grado de implicación directa
que asuma el propio Imperio, que por otra parte no le seriá tan“justificable”hacerlo.
Tambores de guerra en Venezuela
Por Atilio Boron
Desde sus orígenes el proceso bolivariano fue identificado por Washington
como una excrecencia que debía ser rápidamente removida del hemisferio. Intentó
por todos los medios pero nada resultó: ni el golpe de estado, ni el paro
petrolero, ni el acoso diplomático, político y mediático rindieron sus frutos.
En el terreno electoral el predominio de Chávez era aplastante: resistía a pie
firme los embates y su pueblo lo seguía con entusiasmo. La Casa Blanca escaló
la agresión una vez desatado el lento pero implacable asesinato por etapas del
Comandante. Y después de su muerte la ofensiva asumió características aún más
brutales. Todo discreción fue dejada de lado: bandas mercenarias del uribismo
entraron a sembrar violencia y muerte por todo el país, como hoy lo hacen los
“mareros” que a diario (¡sí, a diario, según me informara una alta fuente
oficial de El Salvador!) Obama suelta de las cárceles norteamericanas para
enviarlos, con todos sus papeles en regla, a ese sufrido país centroamericano
para que siembren el caos y la destrucción. Se intensificaron los esfuerzos
para “fortalecer a la sociedad civil” con millones de dólares para fabricar o
alquilar políticos de opereta (Capriles, López, Ledesma, etcétera); periodistas
otrora ciegos ante los estragos de la corrupción e intelectuales desilusionados
porque el “pueblo” que anhelaban redimir no era blanco como los obreros polacos
de Lech Walesa sino mestizos o negros como Chávez, lo que constituye una
afrenta insoportable. A falta de respuesta política en el marco electoral los
dineros fluían copiosamente hacia Caracas: partían desde Washington, vía
USAID o la NED, volaban a Madrid desde donde el rufián lamebotas de George W.
Bush, José M. Aznar, lo redistribuía entre sus compinches de América Latina con
la bendición de ese colosal monumento al narcisismo llamado Mario Vargas Llosa.
Pero todo era en vano: cual redivivo Cid campeador tropical, aún después de
muerto Chávez seguía ganando elecciones. Ajustadamente, pero las ganaba con
Nicolás Maduro en la presidencial de Abril del 2013 y luego, por paliza, en las
municipales de Diciembre de ese mismo año.
Fracasados todos estos intentos, la guerra económica, perfeccionando el
plan criminal perpetrado contra el Chile de Allende, se desencadenó con toda la
furia. Desabastecimiento programado, acaparamiento de artículos de primera
necesidad, carestía, feroz devaluación de la moneda, contrabando en gran
escala, terrorismo mediático sin freno ni medida, asesinatos selectivos y, a
principios de 2014, plan sedicioso materializado en las siniestras “guarimbas”
(barricadas callejeras) con un saldo de 43 muertos, la mayoría fuerzas de
seguridad del gobierno y simpatizantes chavistas, y destrucción de vehículos,
instalaciones gubernamentales, escuelas, universidades y hospitales valuadas en
centenares de millones de dólares. Sus responsables, en la cárcel, se quejan de
que son “prisioneros políticos” cuando sus actos se encuadran en el delito de
sedición que en cualquier otro país del mundo los hubiera enviado a la cárcel
de por vida. En la “dictadura bolivariana”, en cambio, la justicia obró con una
asombrosa lenidad y al cabecilla de estos crímenes le impuso una sentencia de
poco más de trece años. En España o Argentina hubiera recibido prisión perpetua
y en Estados Unidos pena de muerte. Pero así es la “dictadura” chavista.
Fracasados todas estas conspiraciones el imperio intensificó la guerra
económica: junto a sus infames criaturas, el Estado Islámico, abatió el precio
del petróleo de poco más de 100 dólares el barril a algo menos de 30. No
contento con ello el Presidente Barack Obama emitió una orden ejecutiva que si
no fuera criminal por sus consecuencias sería un hazmerreir universal:
“Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad
nacional y la política exterior de Estados Unidos”. Fue la voz de orden para
que los perros guardianes del imperio se lanzaran con toda ferocidad contra la
revolución. Desde entonces la vida cotidiana se ha complicado hasta tornarse un
irritante calvario. Por eso en las elecciones para la Asamblea Nacional del
pasado 6 de Diciembre la oposición obtuvo una mayoría de dos tercios, a favor
del desánimo de más de dos millones de chavistas que no le dieron sus votos a
la derecha pero se abstuvieron de participar en el comicio. La Asamblea acaba
de aprobar una ley de amnistía que liberaría a todos los condenados por los
crímenes cometidos en el episodio sedicioso de comienzos del 2014. El Tribunal
Superior dictaminó la inconstitucionalidad de la ley y el presidente Maduro
declaró que jamás promulgaría un engendro semejante, que abriría la puerta a la
violencia y la impunidad en Venezuela. La situación se aproxima a un empate
catastrófico de fuerzas pero el chavismo, sin duda alguna y más allá de sus
problemas y titubeos, tiene claramente al pueblo de su lado que con certero
instinto sabe que la derecha viene con el cuchillo en los dientes y dispuesta a
aplicar un escarmiento ejemplar. Los que antes dudaban de que esto podría ser
así las didácticas lecciones del macrismo en la Argentina los persuadieron de
que un retorno de la reacción tendría consecuencias terribles.
Dado lo anterior no sorprende que en los últimos días se haya producido una
intensificación de la ofensiva destituyente. El Washington Post publicó un
editorial descaradamente golpista este 12 de Abril diciendo que “Venezuela
necesita desesperadamente una intervención política de sus vecinos, que para
eso disponen de un mecanismo apropiado en la Carta Democrática Interamericana
de la Organización de Estados Americanos, la OEA, un tratado que contempla la
acción colectiva cuando un régimen viola las normas constitucionales". El
periódico, usualmente considerado por los neoliberales como el paradigma de la
“prensa imparcial e independiente”, se lamenta que los países de la
región no asuman sus responsabilidades para preservar la democracia en
Venezuela pese a que, asegura, tal como están las cosas “probablemente no tarde
demasiado en producirse una explosión”.[1] El WP no hace sino reflejar lo que
poco antes planteara un documento del Comando Sur, denominado “Operación
Venezuela Freedom-2″ y rubricado el 25 de febrero del corriente año con la
firma de su actual jefe, el almirante Kurt Tidd . En él se afirma que “si bien
(la oposición) está enarbolando el camino pacífico, legal y electoral (para
provocar la destitución de Maduro), ha crecido la convicción de que es
necesario presionar con movilizaciones de calle, buscando fijar y paralizar a
importantes contingentes militares que tendrán que ser dedicados a mantener el
orden interno y seguridad del gobierno, situación que se hará insostenible en
la medida en que se desaten múltiples conflictos y presiones de todo tipo”.
Dice lo obvio: la derecha jamás creyó en las reglas del juego democrático.
Cuando las acepta es por conveniencia, no por convicción. Y las abandona ni
bien las circunstancias aconsejan seguir el camino de la restauración violenta.
En Venezuela y en todas partes, es fundamental no equivocarse en este punto.
Toda la alharaca que la oposición antichavista arma en relación al referendo
revocatorio es un taparrabos: lo que quiere es “la salida” de Maduro, por obra
y gracia de la violencia.
Abril parece ser el mes de las definiciones en la política venezolana. “En
Abril es cuando” dijo el presidente Nicolás Maduro en una reunión con los
participantes del Encuentro de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales
que tuvo lugar la semana pasada. El 11 de Abril del 2002 se produjo el golpe de
estado contra Chávez, y el 13 el pueblo lo reinstaló en el Palacio de
Miraflores. No es casual el ataque del WP justo en estos días, ni que una de
las organizaciones sediciosas que asolaron al país en el pasado, Voluntad
Popular, haya convocado una marcha para el próximo 19 de Abril para exigir la
“salida” del presidente Maduro. Tampoco lo es que el Secretario General de la
OEA, Luis “Judas” Almagro, declarase hace pocos días en una entrevista a El
País de España que era inadmisible mantener la neutralidad en Venezuela “cuando
hay presos políticos y la democracia no está funcionando”. Almagro recibió una
clara orden de sus jefes de ocuparse sólo de fustigar a Venezuela y de
olvidarse de las masacres perpetradas en Honduras (Berta Cáceres), México
(Ayotzinapa), Colombia (130 militantes de Marcha Patriótica asesinados en el
último año) y Paraguay (Curuguaty), para no mencionar sino los casos más
emblemáticos. La OEA ratifica su condición de Ministerio de Colonias de Estados
Unidos, como Fidel y el Che oportunamente la caracterizaran.
Como puede verse, el imperio ha movilizado todos sus engranajes y
dispositivos para acabar, a cualquier precio, con la Revolución Bolivariana
aún a costa de sumir al país en un baño de sangre. Pero el pueblo
chavista ofrecerá una encarnizada resistencia a una invasión del Comando Sur y
acudirán en su ayuda voluntarios de toda América Latina transformando la
invasión norteamericana en una causa de la Patria Grande que incendiaría la
reseca pradera social de la región rebasando los límites venezolanos,
expandiéndose por los países vecinos y comprometiendo seriamente los Diálogos
de Paz entre las FARC y el gobierno colombiano. Por eso, la solidaridad con el
pueblo y el gobierno bolivarianos es hoy más urgente e importante que nunca
para impedir que la siniestra maniobra intervencionista del imperio llegue a
ejecutarse.
Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la
siguiente dirección:
http://www.telesurtv.net/bloggers/Tambores-de-guerra-en-Venezuela-20160416-0004.html.
http://www.telesurtv.net/bloggers/Tambores-de-guerra-en-Venezuela-20160416-0004.html.
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